DISCERNERE

Uno sguardo profetico sugli eventi

La verdad del corazón versus la ideología en Brasil

Francisco Borba Ribeiro Neto08/10/2010

Completada la primera vuelta de estas elecciones en Brasil, los analistas se volvieron a uno de los aspectos más intrigantes de los resultados: el importante número de votos (más de 20 millones, cerca del 19% de los votantes) de la candidata de los "verdes", Marina Silva, que ha impedido a Dilma Roussef, del PT, ganar las elecciones en esa primera vuelta. El crecimiento de los ambientalistas no sería una sorpresa en un país donde la cuestión ecológica es tan importante como en Brasil. Ni el hecho de que los "verdes" en crecimiento tomen votos de la izquierda tradicional. Lo sorprendente en el caso de Marina Silva es su perfil personal.

De familia muy pobre, analfabeta hasta los 16 años, Marina Silva ha completado el curso universitario (distinguiéndose de Lula, que también tiene orígenes pobres, pero jamás completó sus estudios) y se dedica a la causa ecológica en la Amazonía, donde nació. Originalmente católica, militó en la izquierda católica del PT. Perdió la fe y, posteriormente, se convirtió al cristianismo evangélico. La combinación entre ambientalismo, planteamientos políticos de izquierda y una fe evangélica frecuentemente acusada de fundamentalista concede a Marina Silva un carácter peculiar en el escenario político. Ha hecho declaraciones explícitas contra el aborto. Declaró creer en la teoría evolucionista, pero defendió el derecho a enseñar el creacionismo en las escuelas confecciónales evangélicas. Dice que preferiría no tener votos a atentar contra sus principios morales y religiosos.

Cuando Dilma Roussef empezó a perder votos entre los evangélicos y los católicos, principalmente entre los más pobres, era natural que esos votos fuesen para Marina. Pero -¡sorpresa!- un sondeo indicó que Marina era la más votada en la Universidad Estatal de São Paulo, la USP, uno de los mayores centros intelectuales y laicistas en Brasil. Marina se convirtió en la "queridita" de los intelectuales alternativos en Brasil... Aunque su planteamiento personal era lo más contrario a el planteamiento personal de esos electores, ¿un voto de protesta contra los candidatos más fuertes en las elecciones? Sí, pero existían otros candidatos, con planteamientos ideológicos muchos más cercanos a esos electores que no recibieron sus votos.

El corazón de la persona siempre anhela por la verdad. Delante de la ideologización y de la creciente presunción de Lula y Dilma, delante de la dificultad de José Serra, el principal adversario del PT, de librarse de la imagen de político tecnocrático y poco comprometido con los más pobres, muchos electores se decidieron por la sinceridad de la candidata evangélica, aunque ideológicamente diferente. En los momentos más críticos, cuando las opciones son difíciles y exigen radicalismo, en una sociedad organizada para silenciar el grito por la verdad, bondad y belleza del corazón, existen aquellos que son capaces de distanciarse de las posiciones ideológicas e intentar encontrar un camino que conduzca sinceramente al bien común, reconociendo posturas humanas sinceras -aun diferentes de las suyas.

Las posiciones políticas de Marina Silva quizá sean ingenuas y su poder de intervención muy pequeño. Quizá ni ella misma comprenda la grandeza del camino ético y político que ha podido significar. Pero, en un mundo donde se dice que los valores personales y el sentido dado a la propia vida deben ser eliminados de la vida pública, los millones de votos que recibió entre aquellos que no piensan como ella son un signo de la fuerza política de una Verdad que nos trasciende, tanto si intentamos seguirla, como si intentamos negarla.




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