ROMA, 21 Oct. 10 / 12:38 am (ACI)
El Arzobispo Velasio De Paolis, Delegado Pontificio para la Congregación de los Legionarios de Cristo, alentó a los sacerdotes y miembros consagrados de esta familiaespiritual a afrontar con esperanza el "positivo camino de renovación" que ya está en marcha.
A tres meses de asumir el encargo papal de "seguir de cerca, sostener y orientar" a la congregación en este "momento decisivo de su historia", Mons. De Paolis dirigió una carta a los Legionarios de Cristo y a los miembros consagrados del Regnum Christi en la que evalúa este tiempo de labor.
Sobre la repercusión de los escándalos relacionados al fundador de la Legión de Cristo, el Arzobispo asegura que la mayor parte de los legionarios "ha reaccionado positivamentereafirmando la gratitud a Dios por su vocación y descubriendo todo el bien que la Legión había realizado y está realizando todavía".
"Una dificultad resulta recurrente y es sentida por algunos, según la cual los actuales superiores no podían no conocer las culpas del Fundador. Al callarlas habrían mentido. Pero se sabe que el problema no es tan simple. Las distintas denuncias publicadas en los periódicos desde los años 90 eran bien conocidas, también para los superiores de la congregación", recuerda.
Sin embargo, sostiene que "otra cosa es tener las pruebas de lo fundado de tales denuncias y más todavía la certeza de ellas. Esta llegó solo mucho más tarde y gradualmente. En casos semejantes la comunicación no es fácil. Se impone laexigencia de reencontrar la confianza, para la necesaria colaboración".
Tras explicar que "el pasado debe guiarnos a insertarnos en el presente", Mons. De Paolis considera que "se puede y se debe esperar en un positivo camino de renovación" pues "hay en el horizonte tantos signos que hacen pensar en una meta positiva al término del camino".
"El shock provocado por las acciones del Fundador fue de un impacto terrible, capaz de destruir la misma congregación, como, por lo demás, tantos vaticinaban. En cambio ella no solo sobrevive, sino que está casi intacta en su vitalidad. La gran mayoría de los legionarios ha sabido leer la historia de la propia vocación, no tanto en relación con el Fundador, sino en relación con el misterio de Cristo y de la Iglesia, y renovar su propia fidelidad a Cristo en la Iglesia, en la Legión", afirma.
El Arzobispo explica que pese a haber sido un periodo de vacaciones de verano "ha sido un tiempo precioso para el camino emprendido".
Tras destacar que "muchos han hecho sentir su voz, enviando sus escritos o hablando personalmente conmigo", el Arzobispo admite que no ha podido atender a "todos los que lo deseaban" ni "responder a tantos que han hecho sentir su voz por escrito".
Sin embargo, agradece el apoyo de los miembros, las numerosas historias y testimonios de fidelidad y las "sugerencias para el camino de renovación que estamos llamados a recorrer, sea para advertir de los peligros que se corren cuando se actúa arrebatados por el deseo de cambio, sea para animar a cambiar y a renovar la congregación".
"No se puede negar que no pocas cosas se han de cambiar o mejorar tras una seria ponderación; otras, y son las fundamentales, acerca de la vida religiosa y sacerdotal, se han de conservar y promover", asegura.
En este sentido, explica que lo importante es "que cada cual se mueva por el deseo de bien y de la voluntad de convertirse siempre más al Señor, bajo la guía de la Iglesia, para estar disponibles a su voluntad y progresar en el camino de la fidelidad y de la santidad, según la vocación propia. Si se procede unidos y respetándose unos a otros, el camino será expedito y seguro; si nos dejamos llevar por la voluntad de prevalecer, y de imponer las propias ideas contra los demás, el naufragio es cierto".
"La gran parte afirma que no ha tenido ninguna duda al reconfirmar su propia fidelidad y el propio empeño ante Dios y la Iglesia. Más de uno ha comunicado que tuvo una primera reacción de enojo y casi de rabia, con la sensación de haber sido traicionado; pero luego se ha recuperado. Alguno ha considerado incluso el dejar la Legión, para entrar en una diócesis. Pero se ha tratado, en definitiva, de pocos, que han elegido tal camino", asegura el Arzobispo.
Asimismo, admite que "alguna disminución se ha tenido en la promoción vocacional. En estos casos la dificultad viene particularmente de los papás, que no han sabido discernir suficientemente –en medio del gran clamor de los medios de comunicación– la verdad de la falsificación. Desgraciadamente en esta vorágine de opinión pública se ha dejado llevar algún legionario que ha desistido del compromiso de promoción vocacional".
Entre los desafíos actuales, Mons. De Paolis sostiene que "los Legionarios de Cristo se está viviendo una especie de paradoja. Para los institutos religiosos en general se lamenta que en nombre de la renovación postconciliar requerido por el Concilio se perdió la disciplina y el sentido de la autoridad, con un cierto relajamiento también en la práctica de los consejos evangélicos y con una crisis vocacional impresionante, no obstante la riqueza de la teología sobre la vida religiosa que se desarrolló en este período; para los legionarios, en cambio, se trata de abrirse más a esta renovación postconciliar de la disciplina y del ejercicio de la autoridad".
"El peligro de ir más allá y de activar un mecanismo de falta de compromiso en la disciplina y en la vida espiritual es real; y serpentea particularmente entre algún sacerdote y religioso. Este peligro es temido incluso por el Superior General, quien, expresando al Papa su compromiso de obediencia y de fidelidad, pedía sin embargo, que el instituto en este camino de renovación sea preservado de este peligro, o sea del peligro de que el empeño por la renovación se transforme en falta de disciplina y relajación", agrega.
Finalmente, invita a todos los miembros a intensificar "en este período suoración. El Ángel del Señor dijo al profeta Elías: ‘Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti’ (1R 19, 7). Así también nosotros nos acercamos con confianza a la fuente inacabable de la Eucaristía, donde Cristo mismo es nuestro Sostén y Compañero de viaje. Que Dios os bendiga a todos".