******
El Vaticano intervino el sábado pasado la congregación de los Legionarios de Cristo. El Papa Benedicto XVI ha pedido revisar el ejercicio de su autoridad ante los "comportamientos inmorales" del padre Marcial Maciel, fundador de esa institución, acusado de pederastia.
Los Legionarios, de origen mexicano, aseguran que "agradecen de corazón la solicitud del Santo Padre por nuestra congregación y acogemos con profunda fe y obediencia sus indicaciones". El director territorial en España, el padre Jesús María Delgado, y su administrador, el padre Oscar Sánchez, denuncian un ataque contra la Iglesia e insisten en que es falso que sean una mafia o que tengan una inversión de 25.000 millones.
¿Cuándo nace la congregación y cuál es hoy su dimensión?
Jesús María Delgado. Nació en México en 1941. A España llegamos hace 50 años, aunque casi sin medios. El crecimiento se ha producido en los últimos 20 años. Ahora tenemos 11 colegios (Highlands, Everest, Cumbres y Santa Isabel, entre otros), una universidad, la Francisco de Vitoria, y un centro de Formación Profesional, aparte de todos los apostolados que se desarrollan a través de Regnum Christi, un movimiento seglar que comparte la misma espiritualidad de la congregación.
Óscar Sánchez. Somos una congregación jovencísima, en España somos sólo 59 sacerdotes y a nivel mundial 800, además de otros 2.500 seminaristas. En total tenemos 136 colegios, 15 universidades y 50 institutos. Contamos con 136.000 alumnos, de los que 11.000 están en España.
¿Cómo logran financiarse?
Ó.S. Los fondos para los colegios surgen de donaciones privadas. Hay que tener en cuenta que son colegios bilingües y católicos, un modelo educativo integral cada vez más solicitado. Salvo el colegio Santa Isabel de Barcelona, que es concertado, todos los demás son privados. De todos modos, tenemos también una importante carga hipotecaria, que se va pagando con los ingresos que generan los colegios. ¡Somos grandes amigos de los bancos!. Ahora mismo estamos negociando un acuerdo global para trabajar con el Santander.
¿Y tienen también una organización empresarial?
Ó.S. Sí, el grupo Integer, que no es una empresa como tal, sino una marca con la que conocemos a nivel interno a todos los laicos y profesionales que apoyan con su labor profesional y trabajan para nosotros. Se ha confundido a veces, por la coincidencia en el nombre, con un fondo de inversión en Luxemburgo que se llama Integer Ethical Fund, en el que invierten de manera particular algunos legionarios que reciben herencias, por ejemplo, administrado por el Banco Popular y la gestora Pictet, que invierte bajo un filtrado ético. En compañías que no fabriquen anticonceptivos, no trafiquen con armas... Hemos apoyado ese fondo a la hora de definir los criterios de filtrado ético.
J.M.D. En definitiva se garantiza a los inversores que su dinero está en empresas que respetan valores éticos, morales y cristianos, que no hay nada turbio. Se han dicho muchas cosas que son falsas. Ni somos una mafia, ni tenemos 25.000 millones de euros.
Se ha dicho también que tienen cuentas opacas en Suiza...
Ó.S. Tenemos actividades en Suiza y dos sociedades que se agrupan en una fundación en Zurich para ayudar a las obras de la Legión. Se han creado para recibir fondos, tanto de Francia como de Suiza, y poder financiar actividades. Las sociedades están auditadas, están validadas...
J.M.D. Pero no hay ni cuentas opacas ni nada de nada...
Ó.S. Es verdad que hay cuentas en Suiza, pero según el último extracto había sólo 600 euros.
¿Y en México? Allí sí que tienen un gran patrimonio…
J.M.D. Porque tenemos más años de presencia. Además, la educación pública no tiene nada que ver ni con España ni con Europa y hay una mayor demanda de la privada. Pero también tenemos casos tristes, como el de Irlanda, donde estamos cerrando un colegio porque no funcionó… porque en Irlanda la educación pública y privada están al mismo nivel.
¿Cuál es su presupuesto en España y cuánto ingresan gracias a los donativos?
Ó.S. El presupuesto es de unos 100 millones de euros aproximadamente. Los donativos no llegan al millón, aunque recibimos donativos importantes de manera puntual, como el de la familia Ruiz-Mateos, que salió en prensa, para construir un colegio. Todo está completamente auditado.
J.M.D. Los presupuestos se gestionan de forma centralizada desde Madrid. Hay colegios que generan beneficios, pero hay otros que no. Unos compensan a los otros. Es el principio evangélico de la caridad. Todos hacen su aportación y se reparte desde una caja común.
¿Ustedes cobran un salario?
Ó.S. No, los sacerdotes diocesanos tienen el salario de la diócesis, pero nosotros no. Vivimos de acuerdo con unos principios y tenemos que pedir dinero hasta para comprar una aspirina. A quien necesita algo, se le facilita, pero todo tiene que estar justificado. Es una manera de vivir nuestra pobreza, somos religiosos. Y usted dirá… pero trabajan en una casa magnífica aquí en Aravaca (Madrid)… Eso es porque una señora quiso hacer un donativo y se empeñó en que quería que se destinara sólo a esto.
Pero los seglares que trabajan con ustedes sí que cobran, ¿no?
J.M.D. Obviamente. Hemos tenido personas que han llegado aquí diciendo que estaban hartas de trabajar para que otro se enriqueciera y que querían trabajar para Jesucristo y por la Iglesia. Llaman a la puerta buscando un trabajo que en cierto sentido es un apostolado.
¿No cree que gran parte de las acusaciones que se hacen contra ustedes responden a un ataque contra la Iglesia?
J.M.D. Desde luego. Hay un ataque frontal y directo. La hierba crece de noche. Se realiza una labor misionera sin fanfarrias ni trompetas y de eso nadie habla. Sólo se resalta lo malo. Aunque es verdad, y así lo hemos reconocido, que nuestro fundador cometió un delito imperdonable y gravísimo: la pederastia. Pero la gente que viene a nuestros colegios lo que nos dice es que ellos a él no le conocieron y sí a las personas que diariamente trabajan con sus hijos y que, además, crean empleo.
¿Qué opinan de la decisión del Vaticano de intervenir su congregación?
J.M.D. El Santo Padre ha demostrado que es intransigente con el pecado y compasivo con el pecador. Son hechos que se deben investigar hasta sus últimas consecuencias. La Legión de Cristo pertenece a la Iglesia y acatamos su decisión. Los descubrimientos que se han hecho sobre nuestro fundador nos causan dolor y sufrimiento. Pero el fundamento de la congregación no es su fundador, sino Jesucristo. Dios hace sus obras a pesar de los hombres.