En otros análisis hemos tenido oportunidad de mostrar que el activismo gay no es una ilusión y que su impacto en la vida social, política y cultural es algo real, concreto y cada vez más omnipresente.
Nunca está de más recordar que una persona homosexual merece todo nuestro respeto: “la homofobia es un acto que atenta contra la dignidad de la persona, al igual que sucede con la xenofobia o con cualquier acto de desprecio o discriminación con una persona por el hecho de que es distinta a uno mismo”, decía Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians.
Pero ese respeto no significa la legitimación de comportamientos contrarios a la ley natural. En este sentido, resulta llamativo que todo intento de diálogo por parte de quienes desean exponer racionalmente el embuste que supone el homosexualismo, sea estigmatizado o sometido a una persecución en plena forma. Los hechos ponen de manifiesto esta tendencia que poco a poco va imperando más y más.
Pasos en algunos países
En Argentina, el 13 de noviembre de 2009 una jueza autorizó que los registros civiles permitieran el homomonio. Pero el último día del mismo mes, otra jueza del Juzgado Nacional en Primera Instancia en lo civil pidió nulidad al gobierno porteño sobre ese fallo judicial.
La Cámara Nacional en lo Civil ratificó la suspensión y pospuso el fallo definitivo. “Nos imaginábamos que la Justicia iba a funcionar de manera democrática, sabiendo que existirían oposiciones, pero esto indica que está manejada por un grupo que puede lograr en tiempo record decisiones que a cualquiera le demandarían meses”, declaró Alex Freyre, de la pareja que se iba a “casar”, al diario La Nación (cf. 01.12.2009).
No pasaron muchas semanas cuando, ya en 2010, el gaymonio fue aprobado definitivamente en Argentina, pese a las multitudinarias manifestaciones de la sociedad civil en la mayor parte de las capitales de provincia y en la misma Buenos Aires. Las palabras de Freyre encontraban ahora sí su justa aplicación: imaginábamos que la Justicia iba a funcionar de manera democrática.
En opinión del abogado argentino Guillermo Cartasso, “cuanto más relativista sea la legislación que avanza, más será el desenfoque de nuestra sociedad globalizada. El progrelaicismo relativista intentará avanzar por medio de falacias con políticas de este tipo […] Además buscará fondos del gobierno demócrata de los Estados Unidos y todo ello constituye una forma de dependencia” (cf. zenit, 26.07.2010). Lo de la ayuda estadounidense no es retórica hueca, como se verá.
El 17 de diciembre de 2009, el gobierno luso dio luz verde para el gaymonio civil. El proyecto de ley no contemplaba la posibilidad de adopción por parte de estas personas. La iniciativa fue promovida por el bloque de izquierda, los verdes y los socialistas portugueses. En los primeros días de enero de 2010 la ley fue ratificada por el parlamento. El 17 de mayo del mismo año, el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, la rubricaba.
En Ciudad de México, una de las urbes más populosas del mundo, fue aprobado el gaymonio, incluyendo la posibilidad de adopción, el 21 de diciembre de 2009. La iniciativa fue ampliamente respaldada por los dos partidos de izquierda, el PRD y el Partido del Trabajo.
Semanas más tarde, ya a inicios de 2010, el todavía presidente brasileño Lula ofreció apoyar el programa nacional de derechos humanos, especialmente la página 38 donde se pide “apoyar el proyecto de ley que disponga la unión civil entre personas del mismo sexo”.
En noviembre de 2009, después de la lucha de miles de ciudadanos contra el pensamiento único, fue protegido en California el matrimonio auténtico entre personas de sexos diferentes. Sin embargo, el 4 de agosto de 2010, el juez federal Vaughn Walker anuló la defensa del matrimonio tradicional que forma parte de la Declaración de Derechos del Estado de California y que masivamente votó el pueblo californiano. Walker es un activista-homosexual confeso.
En otra parte del mundo, en Islandia, el parlamento aprobó el viernes 11 de junio de 2010 el homomonio. Islandia fue el primer país en contar a una persona homosexual como jefe de gobierno. Se trata de la lesbiana socialdemócrata Johanna Sigurdadottir.
En Costa Rica, por último, estaba previsto un referéndum para que el pueblo decidiera si quería regular o no las uniones civiles entre homosexuales. Sorpresivamente la Sala Constitucional anuló la medida y prácticamente anunció lo que sucederá: “Apoyo de los poderes públicos para el reconocimiento de sus derechos constitucionales”. El referéndum estaba previsto para el mes de diciembre de 2010. El 71% de los costarricenses se opone, según sondeos extra oficiales, a este tipo de uniones.
Coludidos con fuerzas políticas
Los logros políticos apuntan a una relación estrecha entre fuerzas políticas y lobbys gays. A continuación algunos ejemplos.
A finales de noviembre de 2009, Stonewall, el lobby de presión gay más importante de Gran Bretaña, recibió el apoyo del líder de los demócratas liberales de aquel país con un video puesto en youtube.com.
En España el ministerio de justicia subvencionó a la federación de gays y lesbianas a través de la fundación “pluralismo y convivencia”, con recursos que deberían ir destinados a la promoción de la libertad religiosa y a dar a conocer las diferentes confesiones religiosas (cf. ReligionenLibertad.com, 14.01.2010). En Ciudad de México la ley que dio luz verde al gaymonio fue aprobada únicamente por legisladores de izquierda, especialmente del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, es quizá el político que mayor apoyo ha brindado a la comunidad gay y menos a otros grupos humanos. Lo volvió a dejar claro en su extensísimo “Discurso del estado de la Nación de 2010”: “Este año trabajaré con todo el congreso y con el ejército para revocar la ley que niega a los ciudadanos homosexuales el derecho a servir al país que aman por ser quienes son”. No sólo fueron palabras. Con un decreto presidencial volvió a declarar el mes de junio (esta vez de 2010) como el del orgullo gay, lésbico, bisexual y transgénero.
En Perú, las embajadas de siete países (Australia, Bélgica, Estados Unidos, Holanda, Reino Unido, República Checa y Suecia) apoyaron manifestaciones públicas para pedir la legalización del gaymonio en ese país.
Buscan la aceptación de la “cultura gay”
La penetración de esa “cultura gay” conduce a la confusión sobre todo en adolescentes que van viendo como “normal” lo que no es natural. Ejemplo de esto son los cada vez más frecuentes casos de menores de edad que desean “cambiar” de sexo.
El 26 de septiembre de 2009 el periódico La Razón exponía el caso de un adolescente inglés de 12 años que deseaba ser sometido a operación para una “reasignación” de sexo. “¿Se está convirtiendo la transexualidad en un juego de niños”, se preguntaba el autor del artículo, recordando que hasta ese momento el “record” lo poseía un adolescente alemán de 16 años, Kim Petras, quien fue sometido a esta operación años atrás. El caso del adolescente inglés suscitó reacciones de todo tipo en Gran Bretaña.
Cuatro meses más tarde, el mismo diario retomaba este tema con un artículo titulado “La confusión de los adolescentes transexuales” (cf. 17.01.2010). En el artículo se afirmaba que “de todos los niños que creen ser transexuales en el periodo prepuberal (antes de completar la pubertad), sólo un pequeño porcentaje llega a serlo en la edad adulta”, según estudios hechos en Canadá y Holanda. Y más adelante añade: “Los expertos coinciden en que, durante los últimos años, se ha disparado la demanda de tratamiento para transexuales menores”.
Internet y el idioma tampoco se salvan de la omnipresencia de la ideología gay. A mediados de noviembre de 2009, la Dot Gay Alliance llevó a la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN) la iniciativa de crear un dominio de internet para la comunidad homosexual: el .gay (así como existe el .com o .org).
Como informaba el semanario Análisis y Actualidad (cf. boletín telemático no. 36, 2009), la Real Academia de la Lengua Española incorporará en la XXIII edición del diccionario la voz “matrimonio homosexual” como acepción (dícese de cada uno de los significados de una palabra según los contextos en que aparece) a “matrimonio”. Así, el significado actual (“unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales, sic) cederá al vaivén de la moda.
Ciertamente no todo es a futuro. En el portal de la Real Academia de la Lengua Española se informa que en la edición número XXII del diccionario, el más reciente, hubo 408 adiciones de artículos, uno de ellos para la voz “homófobo”. Significativo.
Y más abajo hacen saber que “con frecuencia se solicita, y a veces de manera apremiante, que sean borrados del Diccionario términos o acepciones que resultan hirientes para la sensibilidad social de nuestro tiempo. La Academia ha procurado eliminar, en efecto, referencias inoportunas a raza y sexo, pero sin ocultar arbitrariamente los usos reales de la lengua”. Lo anterior será tomado en cuenta también para la XXIII edición que aparecerá en 2013.
Homosexualidad y religión
La aceptación de lo que dice relación con la homosexualidad ha encontrado un excelente campo de acción también en algunas confesiones religiosas. Es el caso de los episcopalianos estadounidenses quienes el 8 de diciembre de 2009 eligieron como “obispo” coadjutor de Los Ángeles, California, a una pastora lesbiana. Se trata de la señora May Glasspool, de 55 años. Glasspool fue “consagrada” el 15 de mayo de 2010 por otra mujer “obispo”, Jefferts Schori. Según el informe ARIS 2008, los episcopalianos han reducido sus filas en más de un 30% por la permisividad moral de sus normas.
Los luteranos han asumido también el discurso homosexualista. La iglesia evangélica luterana unida, de Argentina, aceptó en febrero de 2010 bendecir las relaciones homosexuales (cf. ForumLibertas.com, 17.02.2010). No es la única. ELCA, la mayor denominación luterana de Estados Unidos acepta la ordenación de pastores gays y lesbiana desde el verano de 2009.
En Suecia, la iglesia evangélica, que es la del Estado, aprobó en octubre de 2009 la celebración de “matrimonios” homosexuales en sus templos. La iglesia luterana del país vecino, Noruega, las acepta también desde 2009. La iglesia luterana de Dinamarca fue “pionera”: desde 1997 bendice gaymonios en los templos.
En abril de 2010, un grupo denominado Roman Catholic Womenpriest (Mujeres Sacerdote católicas) “ordenó” a Janine Denomme en Chicago. Janine era una activista lesbiana, estaba enferma de cáncer y murió a las pocas semanas. Su caso ha servido de bandera para enarbolar supuestos “derechos” y acusar a la Iglesia católica de retrógrada.
En España, una pareja de lesbianas, Raquel Benítez y Carmen Llanos, han establecido una nueva “iglesia” gay. La llaman “iglesia de la comunidad metropolitana” y es filial de una secta gay de origen estadounidense, adscrita al Consejo Mundial de “Iglesias”.
Adopciones por parte de gays: y los niños, ¿qué culpa tienen?
Cada vez son más frecuentes, desgraciadamente, la adopción de niños inocentes por parte de parejas del mismo sexo. Lo curioso es que mientras a los gays les dan o quieren dar bebés, a quienes ya no quieren ser gays se los quitan.
Es lo que le sucedió a Lisa Miller, ex lesbiana, a quien le han quitado a Isabella, su hija biológica, para dejarla en custodia a su antigua pareja, Janet Jenkins, quien sigue practicando el lesbianismo. Tras la separación, a raíz de la conversión al cristianismo de Miller, Jenkins pidió la custodia de la niña. Miller objetó los “derechos” de su ex pareja y el estado de Vermont la castigó quitándosela.
“Esta debe ser una llamada de advertencia para no introducir uniones civiles entre personas del mismo sexo sino se quieren darles derechos legales sobre los hijos”, dijo sobre este caso Maggie Gallagher, presidente de la Unión Nacional para el Matrimonio.
Algo parecido le sucedió a Barbara Maniaci, quien adoptó un niño y una niña mientras fue pareja de la lesbiana Michelle Kulstad. En 2006 se separaron, Barbara dejó la práctica homosexual y se casó con un hombre. Michelle interpuso una demanda pues quería ver a “sus hijos”. En 2008 Barbara acudió a un tribunal de Montana pues ha manifestado que ella y su esposo quieren educar a sus hijos en la forma en que su matrimonio ven que es en verdad correcto.
En Washington, la ley del estado de Columbia ha obligado a que todas las instituciones que manejan programas para dar niños en adopción lo hagan también con parejas homosexuales. Debido a esto, el pasado mes de febrero de 2010 la Iglesia católica anunció que dejaba en manos de terceros sus instituciones de caridad (adopción). “Los legisladores del distrito podrían haber garantizado excepciones de tipo religioso que hubieran asegurado la continuidad de los servicios pues ellos sabían con seguridad que el arzobispo Wuerl no iba a negociar la doctrina de la Iglesia católica sobre el matrimonio, y que quienes pierden realmente son los niños, a quienes la Iglesia católica estaba atendiendo”, afirmó Bill Donohue, de la Liga Católica, en declaraciones recogidas por InfoCatolica.com (cf. 21.02.2010).
Análoga situación a la de Washington, donde los orfanatos católicos deben entregar niños en adopción (por lo cual han preferido cerrar), es la que le pasó a la Iglesia en Inglaterra. En 2007 se aprobó la Equality Act que imponía una serie de regulaciones a favor de los homosexuales (como la posibilidad de adopción).
Varias agencias católicas interpusieron una apelación en 2009, exponiendo que la ley atentaba contra su ideario. Les dijeron que no habría excepciones. Entonces Catholic Care y los obispos fueron al Tribunal Supremo y en marzo de 2010 hubo un fallo a su favor. A mediados de agosto ha sido obligada a dar niños a homosexuales o cerrar. Para mantener la fidelidad a su ideario, han preferido cerrar. Esta obra de caridad de la Iglesia (concretamente de la diócesis de Leeds), tenía más de 100 años de historia.
Muchos se preguntan por qué no permitir que los gays adopten. Lo planteaba, por ejemplo, Boris Vezkak, en un artículo con poca argumentación lógica para el diario esloveno Delo (cf. 18.02.2010), a propósito de la intención del gobierno de Eslovenia para reformar el código civil y permitir que los homosexuales adopten: “Uno de los justificaciones reza que los hijos criados por parejas del mismo sexo crecen en un ambiente inmoral… Con ello se llega al límite de la discriminación”.
A Vezkaj se le podría responder de modo científico pues hay abundante argumentación para ello. Según estudios del Instituto Mexicano de Orientación Sexual, existen evidencias que prueban que la adopción de niños por parte de homosexuales es riesgosa. Pero circunscribiéndonos al campo empírico, está la experiencia de quienes corroboran lo que el escritor niega. Es el caso, por ejemplo, de Dawn Stefanowicz, quien padeció una infancia en un hogar gay. En su portal (http://www.dawnstefanowicz.com/) detalla más de veinticinco efectos negativos que un niño sufre en esos hogares homoparentales.
Otras veces se habla de discriminación a los gays aduciendo que las leyes no reconocen el “matrimonio” entre personas del mismo sexo. “Tener determinados deseos sexuales –tanto si uno ha nacido con ellos como si los ha adquirido a lo largo de la vida– no significa que uno esté siendo discriminado si la ley no permite la conducta que uno desea”, escribía Frank Turek en un artículo publicado en la web townhall.com (cf. 04.02.2010).
Y añade: “Si los deseos sexuales son por sí solos el criterio para cambiar nuestras leyes sobre el matrimonio (o sobre el ejército) para dar a la gente “iguales derechos”, ¿por qué no cambiarlas para permitir también la poligamia? ¿Y qué pasa con aquellos que pueden desear a un familiar? Con la lógica de los derechos del activismo gay, esta gente no tiene “iguales derechos” porque nuestro derecho al matrimonio no permite un incesto. Y los bisexuales no tienen “iguales derechos”, porque las leyes no les permiten casarse con un hombre y una mujer”.
La pleitesía de los medios a la causa homosexualista
Los medios de comunicación están prestando un “excelente” servicio para la propagación de la así llamada “cultura gay”. Desde ellos se dispara, lincha y lucha.
Un ejemplo es el del diario danés Politiken, quien tras el primer desfile homosexual en Lituania publicaba: “La Unión Europea debe exigir a Lituania que enmiende su legislación discriminatoria; ésta supone una mácula no sólo para Lituania, sino para toda la Unión Europea” (cf. 10.05.2010).
La perorata iba a propósito de la prohibición lituana de enseñar homosexualidad a niños menores de edad en las escuelas. No sin razón se buscó que la marcha del “orgullo” gay se tuviese en ese país, a donde acudieron los sodomitas de países vecinos. Significativo que la llamada del diario vaya encauzada no a dar razones sino a imponerlas.
Otro caso fue el anuncio francés de la empresa de comida rápida McDonald´s, promoviendo la homosexualidad adolescente. La campaña titulada “ven tal como eres” presenta a un adolescente gay hablando cariñosamente con su novio, mientras espera a su padre. Como informaba LifeSiteNews.org, no es la primera vez queMcDonald´s se arroja en los brazos del lobby gay. Ya en 2008 dio una fuerte suma de dinero para entrar en laNational Gay and Lesbian Chamber of Commerce, y en 2010 fue patrocinador oficial de la marcha del orgullo gay en San Francisco, California.
Según las estadísticas, la mayoría de la sociedad se opone a dar niños en adopción a parejas del mismo sexo. Un estudio de la Fundación BBVA, por ejemplo, revelaba que la mayoría de los europeos no apoyan el que los gays puedan adoptar (la media es de un 3,9 sobre 10). Según ese mismo estudio, las uniones sodomitas apenas cuentan con una aprobación promedio, a nivel Europa, del 4,2 sobre 10.
Ofensas al mayoreo
Otro punto tristemente destacable del lobby gay es su falta de respeto. El respeto que piden no es el que dan, especialmente a la gente creyente. En octubre de 2009 el colectivo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales de Madrid lanzaba su calendario con fotos de “vírgenes marías” semidesnudas. Semanas más tarde, en el teatro Tron, de Glaswow, Escocia, se estrenaba la obra “Jesús reina de los cielos”. En esa obra se presenta a un “Jesucristo” transexual, hija de dios que camina no sobre las aguas sino sobre la tierra (burlándose del pasaje evangélico).
Si no estás de acuerdo con nosotros eres homófobo: leyes contra la libertad de pensamiento y expresión
Poco a poco han ido saliendo propuestas del más variopinto color para linchar por “homófobo” al que se quiera. El diccionario oficial del castellano, como ya se mencionó, ha incluido la voz “homófobo” este 2010.
Otro ejemplo de esto fue la propuesta de ley contra la homofobia lanzada en Italia en octubre de 2009. La ley entendía por homofobia lo que el Parlamento Europeo resolvió en enero de 2006 con los siguientes términos: “miedo y aversión irracional en relación a la homosexualidad y de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, basada sobre el prejuicio”.
Antonio Gaspari explicaba en un despacho de zenit (cf. 11.10.2009) qué se entendía realmente por prejuicio: “todo juicio moral contrario a la homosexualidad y a las desviaciones en el campo sexual. Cuando esto se expresa por escrito o en discursos públicos que no pongan sobre un plano de igualdad absoluta toda tendencia y orientación sexual, puede ser considerado como contrario al respeto de los derechos del hombre y ser objeto de sanciones penales”.
Presa del linchamiento gay fue el cardenal Lozano Barragán, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Salud, quien a finales de noviembre de 2009 recordó en una entrevista al portal Pontifex.Roma qué decía la Biblia, concretamente el Nuevo Testamento, sobre la homosexualidad. Medios de comunicación de todo el mundo tergiversaron palabras para hacerle decir y publicar titulares como “cardenal dice que los gays no van al cielo”.
Pese a la experiencia del cardenal Lozano, otros obispos no han dudado en exponer sin miedo la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad. Por ejemplo el obispo emérito de Grosseto, Italia, Giacomo Babini, quien afirmó que “como obispo que no cede a las lisonjas de la modernidad, afirmo que la práctica abierta de la homosexualidad es un pecado gravísimo, constituye un escándalo, y sin ninguna duda hay que negar la comunión a quienes la profesen, justo en cuanto pastores de almas”. Las declaraciones se sucedieron: el obispo emérito de Lucera-Troia (Italia), Francesco Zerrillo, dijo que el gaymonio no es equiparable con el matrimonio basado en la naturaleza.
Un sacerdote holandés quiso seguir lo dicho por mons. Babini, negándose a dar la comunión a un homosexual que la practica, por lo que fue demandado. El sacerdote contó con el apoyo de su obispo, mons. Anton Hurkmans, quien también fue ampliamente criticado por varios medios de comunicación, como el periódico liberal de izquierdas Volkskranzt. Días después, el 28 de febrero de 2010, decenas de homosexuales protestaron en contra del sacerdote y del obispo frente a la catedral de Bolduque, exigiendo su “derecho” a recibir la comunión (¡y algunos ni eran “católicos”…!).
En Glasgow, Escocia, la persecución fue todavía más allá: Shawn Holes es un pastor protestante que el 18 de marzo de 2010 fue multado con mil libras y una noche de prisión por “declaraciones homófobas agravadas por prejuicios religiosos”, según una ley de 2003 vigente en aquel país. ¿Qué hizo Holes? Responder a un grupo de gays –que se la acercaron por iniciativa propia a preguntar sobre su comportamiento– que “los homosexuales se arriesgan a la ira de Dios a menos que acepten a Jesucristo”.
Las acciones parecieron desproporcionadas incluso para el activista homosexual Peter Tatchell: “Así como la gente debería tener derecho para criticar la religión, también la gente de fe debería tener el derecho a criticar la homosexualidad; sólo la incitación a la violencia debería ser ilegal”, recogía el Daily Mail.
Quien también terminó en la cárcel fue un padre de familia estadounidense, David Parker, por oponerse a que su hijo de cinco años fuera adoctrinado en la escuela de su ciudad, en el homosexualismo.
Sucedió a mitad del año 2010 en el Estado de Massachussets, donde el gaymonio es legal y, en consecuencia, es enseñado en las escuelas públicas. “La profesora nos dijo que según la Educación no había deber de avisar a los padres y que cualquier adulto en la escuela podía hablar de homosexualidad a nuestro hijo […] Dijo que como el matrimonio homosexual es legal en Massachussets se puede abordar este tema en cualquier momento con mi hijo de cinco años”, declaró Parker. Y su esposa, Tonia, declaró escandalizada: “Se estaban inmiscuyendo en nuestro derecho de formar a nuestros hijos […] No podía creer que arrestaran a mi esposo porque solicitamos el derecho de eximir a nuestro hijo de este adoctrinamiento moral”.
Paradojas: se ataca a la religión y se olvida, como escribía Michael Gerson en The Whasington Post (cf. 18.12.2009), que “el pluralismo y la tolerancia han progresado en los países con un trasfondo cultural cristiano”.
Otras personas tampoco tienen opción para decidir si contratan o no a homosexuales, de acuerdo a sus convicciones personales o al ideario de sus propias empresas. Como informaba el diario finlandés Etelä-Suomen-Sanomat (cf. 19.03.2010), el Tribunal de Apelaciones de Helsinski impuso una multa de 80 mil euros al periódico Lapin Kansa por haber despedido a la periodista Johanna Korhoen, tras saber que convivía con otro mujer.
Y en Chile, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual interpuso una demanda contra la empresa de autobuses Subus, a inicios de junio de 2010. La causa fue que Subus no quiso prestar sus transportes urbanos de pasajeros para exhibir propaganda homosexual explícita por la ciudad capital. Paradójicamente, en Barcelona, España, fue el mismo gobierno destinó recursos públicos para patrocinar el Gay Pride Barcelona 2010 y autorizó una campaña publicitaria al respecto en el transporte público. Este permiso fue negado a grupos cristianos que querían promover anuncios pro vida.
Selma Aliye Kavaf, ministra de Turquía para la mujer, también fue linchada mediáticamente a raíz de unas declaraciones de marzo de 2010 donde afirmaba que la homosexualidad es un desorden biológico y que hay tratamiento médico para curarlo. “Definir algo como una enfermedad hoy en día, cuando el mundo dejó hace 40 años de describirlo como enfermedad, va a dar alas a actitudes homofóbicas en el país”, declaró una profesora citada por la agencia EFE (cf. 08.03.2010). Y es verdad: la homosexualidad fue retirada de la lista de enfermedades pero no como el fruto conclusivo de una investigación profunda, científica auténticamente, y profesional, sino por votación.
En 2003, el afamado psiquiatra Robert L. Spitzer demostró en un artículo publicado en la revista científicaArchives of Sexual Behavior, que la homosexualidad sí es una enfermedad y puede curarse.
Al terapeuta británico Gary McFarlane no le fue mejor. En 2008 fue despedido por negarse a atender en terapia sexual a parejas homosexuales, aduciendo motivos religiosos y amparándose en la objeción de conciencia. A inicios de mayo de 2010 la justicia del Reino Unido le negó la objeción de conciencia por motivos religiosos.
También fue despedido el doctor Kenneth Howell, profesor de la Universidad de Illinois, por haber expresado en una clase de religión católica la postura de la Iglesia respecto a la homosexualidad. Después de una demanda, la universidad anunció que readmitirá al profesor Kenneth para el curso 2010-2011.
En España, Intereconomía TV fue multada con la cantidad de 100 mil euros por el ministerio de industria a raíz de un spot televisivo emitido entre el 22 de julio y el 17 de septiembre de 2010. El anuncio recogía imágenes de un desfile del así llamado “día del orgullo gay” y luego invitaba a la reflexión con un texto que recordaba que la gente normal tiene 364 días para estar orgullosa también. Se alegó que Intereconomía había violado el artículo 8.1 de la ley, bajo el epígrafe de publicidad ilícita. WorldNetDaily.com, uno de los referentes del periodismo en internet a nivel mundial, se hacía eco de la injusticia y recordaba que el spot sólo promovía la familia.
Siguiendo en España, a mediados de julio de 2010 el gobierno español impuso una multa de más de 100 mil euros al ex juez de familia murciano (ahora también suspendido) Fernando Ferrín Calamita, por haber negado dar en adopción una niña a una pareja de lesbianas ibéricas.
Lo que hay que callar
La apología de la homosexualidad no contempla la exposición clara y tajante de los riesgos que ese tipo de conductas implica.
Un estudio del Departamento de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Díaz (UAM) señalaba que la sífilis está creciendo especialmente entre la población homosexual y los inmigrantes (cf. ForumLibertas.com, 15.01.2010). En la misma línea iban los resultados del Center for Disease Control (CDC) de Estados Unidos, hechos públicos el 10 de marzo de 2010, durante la Conferencia Nacional de Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual: la tasa de diagnóstico de VIH en varones que tienen relaciones sexuales con hombres es 44 veces mayor que en los heterosexuales. “Este análisis muestra las grandes disparidades de salud entre ésta y otras poblaciones”, dijo al respecto el doctor Kevin Fenton, director del CDC.
Otro estudio apoya los datos del CDC, aunque en Holanda. Se trata de lo publicado en la revista médicaSexually Transmitted Infections (del British Medical Journal) que dice que un tercio de las enfermedades de transmisión sexual han sido detectadas en personas homosexuales.
También se callan las voces que difieren del pensamiento único gay. Imposible decir que se puede salir de la homosexualidad. Las ocultaciones de lo que favorece la homosexualidad también están a la orden del día. Y a quien lo dice –o ayuda a decirlo– persecución. ¿Hechos? A mitad de junio de 2010 la conselleria de salud de Cataluña, España, abrió un expediente al policlínico Tibidabo de Barcelona por ofrecer terapias para curar la homosexualidad.
El recurso a la violencia
Pero además de legislaciones favorables sólo para un grupo humano, hay acciones de otro tipo para quienes no acatan leyes inicuas.
En los últimos tres meses de 2009, más de 138,000 ciudadanos firmaron para rechazar una ley estatal que reconocía a las parejas del mismo sexo en Washington. El lobby gay exigió que se hicieran públicos los nombres de las personas firmantes. Y un tribunal de segunda instancia estuvo de acuerdo. Por fortuna el juez de la Suprema Corte de Estados Unidos, Anthony Kennedy, echó abajo la decisión. Los firmantes podían ser sometidos a intimidación.
Ejemplo de que estas intimidaciones son verdad quedaron patentes en California y en otros sitios
En 2008 se adoptó una enmienda en California reservando el matrimonio a quienes por naturaleza corresponde, a un hombre y a una mujer. Donativos para apoyar la campaña victoriosa llegaron, por ejemplo, del director del festival de cine de Los Ángeles, Richard Raddon. Al poco tiempo la presión del lobby gay fue la causa de su dimisión. “Los norteamericanos dicen abogar por el debate honrado y abierto, pero al llegar a la cuestión del “matrimonio” homosexual, parece que algunos partidarios más bien parecen intimidar a los críticos”, decía al respecto un artículo publicado en The Wall Street Journal (cf. 20.10.2009).
E intimidaciones es lo que se ha repetido en otros varios lugares: activistas homosexuales que participaban en la así llamada marcha del orgullo gay atacaron el Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha de La Plata, en Argentina, en noviembre de 2009, mientras el obispo de esa diócesis celebraba la misa. Las personas escribieron insultos en las paredes y profirieron ofensas a mansalva.
En Albany, Nueva York, una madre latina y sus tres hijos fueron objeto de acoso por parte de un grupo de activistas homosexuales, por el solo hecho de apoyar pacíficamente una marcha a favor de la familia natural. “Este hostigamiento tiene como finalidad dañar a la familia tradicional e intimidar. Quieren hacernos retroceder y no lo voy a hacer. Necesitamos defender a nuestras familias y no vamos a retroceder”, dijo la mamá hispana después de los acontecimientos el 17 de julio de 2010.
El casi unánime apoyo de los mass media es otra forma de manipulación y acoso
Un artículo del portal lituano Delfi (cf. 03.02.2010) criticaba a la sociedad de Lituania porque, según encuestas, el 81% de los ciudadanos consideran la homosexualidad como una enfermedad. Pero el autor del artículo iba más allá de la constatación y la crítica (motivada, sobre todo, por la prohibición desde 2007 del día del orgullo gay en la capital del país), pasando a la amenaza y al vilipendio: “Parece que una gran parte de los lituanos viviera en otro mundo distinto al de los europeos occidentales, donde este problema no existe en absoluto… A los lituanos se les acabará por obligar a que se atengan a las normas dictadas por la Unión Europea, por mucho que determinadas organizaciones y determinados ciudadanos estén en contra”.
No es el primer caso donde se olvida que no hay discriminación cuando a una persona no se le reconocen derechos que no existen. Los homosexuales tienen derechos como todos los demás ciudadanos y no en cuanto homosexuales.
Algunas derrotas del movimiento gay
A pesar de todo el avance del movimiento gay, ha habido algunos gestos de defensa heroica que animan a mantener la esperanza.
A pesar de que cuatro de los seis estados de Nueva Inglaterra han aceptado el gaymonio, Maine lo rechazó no obstante haber contado con una multimillonaria campaña a favor. Se convirtió así en el estad número 31 de la unión americana que veta esta posibilidad. El revés fue tal que un periódico pro homosexualista como The New York Times publicó un artículo de Abby Goodnough donde se decía: “El resultado de Maine confirma que los votantes son reacios a respaldar el “matrimonio” homosexual, como muestran las encuestas nacionales […]. Y los partidarios reconocen que preferirían claramente evitar referendos” (cf. 05.11.2009).
Otro revés para el lobby gay fue el que tuvieron en el estado de Nueva York, donde el gaymonio fue rechazado, el 2 de diciembre de 2009, por la mayoría del senado, pese al apoyo del multimillonario Michael Bloomberg, alcalde de la ciudad del mismo nombre. Como compensación, el gobernador del estado firmó una orden según la cual las agencias estatales no pueden rechazar la contratación de transexuales y travestis: “Estoy orgulloso de firmar esta importante medida no solo para dar protección laboral a la comunidad transgénero bajo la ley, sino para dar más igualdad y derechos civiles al Estado de Nueva York”, declaró el gobernador Paterson (cf. ForumLibertas.com 18.12.2010).
Semanas más tarde, el 29 de enero de 2010, el estado de Hawai se sumó a la lista de estados que decían “no” al gaymonio, posponiendo el tema de modo indefinido. Ya en 1998, el 70% de los ciudadanos hawaianos votaron una enmienda a la Constitución para prohibir el gaymonio. Lo que en esta ocasión se evitó fue el dar concesiones a las uniones de hecho, aunque no sean llamadas “matrimonio gay”. Hasta la fecha, sólo Iowa, Connecticut, Massachusetts, New Hampshire, Vermont y Washington son las únicas excepciones que aprueban la unión de personas del mismo sexo y además las llaman, erróneamente, “matrimonio”.
En un hito histórico y a petición de Irak, la ONU quitó la referencia a la orientación sexual e identidad de género como nuevas categorías de no discriminación en un tratado sobre derechos humanos, el Pacto Internacional de derechos Económicos, Sociales y Culturales, vinculados a la Carta Internacional de Derechos Humanos, este 2010.
A mediados de abril de 2010, el Tribunal Constitucional de Italia ratificó los artículos del Código Civil que imposibilitan el “matrimonio” entre personas del mismo sexo, manteniendo que es una institución jurídica prevista exclusivamente para unir hombres y mujeres.
También en Europa, el Tribunal de Estrasburgo sentenció a finales de junio de 2010 que los países que forman parte del Consejo de Europa pueden decidir libremente si aceptan o no el homomonio. Con esta respuesta se desechó la demanda de una pareja (Horst Michael Schalk y Johann Franz Kopf) que en 2002 se intentó “casar” en Austria, solicitud que fue rechaza al no estar permitido en ese país. La Convención Europea sólo garantiza el matrimonio entre hombre y mujer como derecho fundamental.
Por fortuna hay todavía hay periodistas que saben llamar las cosas por su nombre, incluso desde medios pro sodomitas. El portal de noticias Delfi (cf. 05.08.2010) se refería en los siguientes términos al debate prefabricado para distraer la atención en Estonia: "En un momento en que Europa se enfrenta a una grave crisis económica y en que hay 75.000 parados registrados en Estonia [con una población de 1,3 millones], parece extraño que todavía queden estonios que se dediquen a este pseudo-problema. No puede ser que una persona con dos dedos de frente crea que prohibir el matrimonio homosexual contribuye a aumentar la tasa de natalidad en Estonia: los gays y lesbianas no se dejarán de ninguna forma convertir en un programa nacional para traer hijos al mundo. ... Ya va siendo hora de acabar con este disparate politizado. El hecho de que la Unión de la Patria y, en parte, el Partido de la Reforma estén torpedeando ahora la ley de parejas responde únicamente a que no quieren perder ningún voto en las elecciones parlamentarias de 2011; tan simple como eso".
Conclusión
Hay tres tipos de homosexuales: 1) los que saben que sus tendencias no son naturales y luchan por superarlas, 2) los que viven su homosexualidad pero no pretenden imponerla ni hacerla pasar por natural, y 3) los activistas gays que disparan a mansalva con tal de imponer su visión ya no sólo de la sexualidad sino del mundo.
Según encuestas serias, la homosexualidad afectaría a un 3% o 4% de la población mundial (Cf. encuesta Spira France 1992). Como se ve, realmente es una minoría. Y una minoría no merece el respeto por ser minoría sino porque su reivindicación sea justa.
Está siendo cada vez más evidente que la reivindicación se presenta con disfraz y termina convirtiéndose en oligarquía, la oligarquía del pensamiento gay donde queda prohibido pensar distinto.