(Hispanidad/InfoCatólica) La presidenta es consciente de lo que les gusta escuchar a sus electores, especialmente si leen el ABC. Sin embargo, no es ningún movimiento provida, sino el boletín epidemiológico de la Comunidad de Madrid el que ofrece algunas estadísticas interesantes sobre el aborto en 2009. Por ejemplo que, aunque sólo se notificaron 2 abortos en hospitales públicos, “las clínicas privadas realizan algunas IVE concertadas con la Administración Sanitaria, en 2009, se financiaron públicamente el 28,7%”. La Comunidad de Madrid está obligada por ley a que se realicen abortos en clínicas públicas, pero muchos médicos objetan. La solución ha sido derivar los abortos a la privada a través de un concierto, es decir, voluntariamente: concretamente, 6 clínicas se benefician de este concierto.
Aguirre ha intentado conservar el voto católico con declaraciones y con algunas subvenciones a iniciativas provida, mientras el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha destapado sin ninguna voluntad de ocultar que financia abortos químicos repartiendo píldoras del día después. La presidenta ha obtenido así una mejor imagen entre sus electores y, en el seno del partido, frente al alcalde. Pero la realidad se muestra bien distinta, puesto que ambos dirigentes se reparten el trono del aborto: químico uno, quirúrgico otra.